Semilla negra Nigella sativa, También conocida como alcaravea negra o comino negro (Kalonji), es una planta herbácea originaria de los climas cálidos y secos de Oriente Medio, el norte de África y algunas zonas del Mediterráneo. Sus semillas son tan populares que cada año se dedican más hectáreas a su cultivo.

Las semillas negras son diminutas y peludas, de no más de 3 mm de longitud. Provienen de la planta común de flor de hinojo (Nigella sativa), de la familia de los ranúnculos (Ranunculaceae). Nigella sativa A veces se confunde erróneamente con la planta de hinojo (Foeniculum vulgare).

La planta tiene un follaje finamente dividido y flores de color púrpura azulado pálido o blanco. Las flores crecen terminales en sus ramas, mientras que las hojas crecen en pares opuestos, a ambos lados del tallo. Sus hojas inferiores son pequeñas y pecioladas, y las superiores son largas (de 6 a 10 cm). El tallo de la planta alcanza una altura de 30 a 45 cm cuando madura su fruto, la semilla negra.

La Nigella sativa se reproduce por sí sola y forma una cápsula con numerosas semillas triangulares blancas. Una vez madura, la cápsula se abre y las semillas que contiene quedan expuestas al aire, adquiriendo un color negro (semillas negras).

REMEDIO NATURAL DESDE HACE MÁS DE 2000 AÑOS

La Nigella sativa tiene una larga historia curativa. Durante miles de años, la semilla y su aceite se han utilizado para afecciones que van desde asma y alergias hasta heridas y lombrices.

La semilla negra se ha utilizado tradicionalmente y con éxito durante miles de años en los países del Medio y Lejano Oriente para tratar enfermedades, entre ellas:

- Asma Bronquial y Bronquitis.

- Reumatismo, artritis reumatoide y varias otras enfermedades inflamatorias.

- Tratar trastornos digestivos y combatir infestaciones parasitarias.

- Apoya el sistema inmunológico del cuerpo.

- Aumentar la producción de leche en madres lactantes.

Las numerosas propiedades nutricionales y curativas contenidas en la semilla pueden ayudar a fortalecer el sistema inmunológico del cuerpo con el tiempo, proporcionándole los recursos óptimos que necesita para ayudar a prevenir y combatir enfermedades. 

En la sociedad del antiguo Egipto, el rico aceite dorado extraído de la semilla de comino negro se denominaba «aceite del faraón». Las semillas de comino negro eran populares entre los faraones egipcios e incluso se encontraron en la tumba del rey Tutankamón. Los habitantes de esta civilización usaban este aceite externamente para nutrir la piel y el cabello. Se dice que el médico personal del faraón llevaba consigo un cuenco de semillas negras para facilitar la digestión.

PROPIEDADES PRINCIPALES DE LA SEMILLA NEGRA

Los cinco componentes principales que se encuentran en la semilla negra son:

  • Nigelina y Melantina - promueven la limpieza intestinal.
  • Esteroles : favorecen la secreción en todo el organismo.
  • Nigelona y timoquinona : estos dos aceites volátiles tienen propiedades antiespasmódicas y broncodilatadoras. Además, actúan como antihistamínicos.
  • Ácidos grasos esenciales : Ricos en ácidos grasos poliinsaturados. Regulan el metabolismo, transportan toxinas a la piel para su eliminación, equilibran los niveles de insulina, regulan el colesterol, mejoran la circulación sanguínea y favorecen la función hepática. 
  • Prostglandina : Produce E1 que regula la secreción hormonal y reduce la presión arterial.

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